lunes, 4 de mayo de 2009

La crisis económica no puede con la aportación solidaria de los españoles en 2008

Un estudio de la Asociación Española de Fundraising demuestra que la donación española a ONG no disminuye en 2008, pese al contexto de crisis económica. La causa mayoritaria ya no es la “satisfacción personal”, sino la solidaridad.

Por Miguel Ángel Moreno (AlterPolítica en CeroPretensiones)

El 11% de la población española (alrededor de 4.186.400 personas) colabora económicamente con una Organización No Gubernamental, de manera esporádica o fija. En un tiempo de recesión económica, en el que las ONG tienen que emplearse a fondo para cubrir muchas necesidades, la donación económica de los españoles a iniciativas solidarias mantiene el impulso solidario que tenía durante la última década.

Lo demuestra el estudio “La colaboración de los españoles con las ONG y el perfil del donante”, realizado por la Asociación Española de Fundraising (AEF), apoyada por el Ministerio de Sanidad y Política Social, y por las ONG que componen la asociación. Este informe mide la variación de la población española en su aportación solidaria del el año 2004 al 2008, por medio de la técnica de encuesta.

Se estima en 782 millones de euros el volumen económico total que los españoles aportan a este tipo de entidades. La sociedad considera la lucha contra el hambre y el desarrollo de los países pobres como las urgencias más acuciantes (38%), a las que siguen la ayuda a la infancia (36%), el apoyo a situaciones de emergencia (18%), y la defensa de  los Derechos Humanos (8%).

1223146621781ongdn Voluntarios de una ONG descargan sacos de arroz (Fuente: Público.es)

Podemos encontrar una variación en las motivaciones que mueven al donante: si antes hablábamos de “satisfacción personal”, ahora la solidaridad es  el primer motivo, además de el “deseo de cambiar el mundo” o la confianza en las ONG. El vicepresidente de AEF, David Camps, atribuye el resultado a que “la gente es más sensible al dolor de los demás y más consciente de que otras personas están sufriendo”.

Según el informe, aumentan las donaciones con carácter regular, que pasan del 24% al 31% de las personas que colaboran. Aunque el importe medio de las aportaciones haya descendido de los 15,92 euros mensuales a 13,92 euros, se mantiene el nivel general por el aumento de la población donante.

Para la dirigente de la asociación, Marta Cardona, abordada por elmundo.es, la crisis económica es el componente fundamental de que la cifra de donaciones por persona no haya aumentado "somos conscientes de muchas personas que quieren donar y no podrán hacerlo. Por eso, nuestro trabajo es buscar nuevos socios". Los datos la apoyan: se contabiliza un 9% de población no donante que reconoce su intención de colaborar en un futuro. Y el 25% de los actuales donantes piensa que la crisis le afectará, al menos en la cantidad de las aportaciones o en la periodicidad de éstas.

thumb.large.facetoface200Voluntario buscando nuevos socios para una ONG (Fuente: AEF) 

A nivel internacional, un estudio reciente revela que la aportación de las personas individuales sigue siendo fundamental para las ONG, en un 51% de su financiación. Y en ocasiones pueden superar a los donantes internacionales: Médicos Sin Fronteras superó, con 81 millones de dólares de donaciones privadas en crisis humanitarias del año 2006, a los 48 millones de dólares desembolsados por el gobierno francés.

Sin embargo, el donante español está todavía muy por detrás de los donantes de muchos países. Si en España un 11% de la población se declara donante, en países como Estados Unidos la donación asciende al 90% (aunque no se especifica que sea a causas solidarias), en Reino Unido al 56%, y en Francia al 41%.

 

El debate de las ONG: ¿fondos libres o destinados a una finalidad concreta?

Agustín Pérez, director de Ágora Social, reflexiona en un artículo reciente sobre la diatriba que se presenta a las ONG a la hora de motivar a nuevos socios. Se demuestra que hay donantes que valoran más dar su aportación a proyectos específicos que a una organización en su conjunto, pero estos “fondos finalistas” provocan que la ONG sea presa de una rigidez que le impida destinar los fondos a otras necesidades. Además de que  el control y comunicación de los proyectos requiere de una burocracia y de unos profesionales que hay que remunerar de alguna manera, y con fondos propios de la ONG.

La espada de Damocles para las ONG se encuentra entre la necesidad de comunicar por medio de hechos concretos, para combatir la desconfianza y la pasividad. Pero esto da lugar a que se beneficien los ámbitos de actuación más urgentes o más visibles mediáticamente, en lugar de otros menos urgentes, pero más importantes en una visión global.

Posiciones como las de Amnistía Internacional o Greenpeace, que sólo aceptan aportaciones a la organización, y no a proyectos concretos o actuaciones específicas, no parecen la mejor solución. En cambio, se apunta hacia varias vías de financiación, que incluyan fondos a proyectos concretos, fondos a la organización, y otros fondos algo más indeterminados que se puedan referir a una problemática, en la que la ONG tenga la discrecionalidad para elegir el proyecto en cuestión.

Greenpeace Arbol

Imagen de campaña de captación de socios de Greenpeace (Fuente: Link Publicidad)

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